lunes, 10 de junio de 2013

Fe de erratas



Revisando carpetas encontré esta mañana una curiosa que hace tiempo había perdido de vista. Se trata de mi colección de erratas de prensa que a lo largo de los años he ido recopilando con la intención, una y otra vez aplazada, de escribir un libro, librito, carpetilla, opúsculo o lo que quieran ustedes sobre el este tema de las erratas periodísticas.

Pero pasa el tiempo y no me pongo al trabajo. Por eso hoy voy a sacar a colación algunas de las erratas que componen mi colección.

Las erratas de prensa son de temas variados y de distinta índole. En algunos casos yo las califico de sabotajes o, como mínimo, de erratas intencionadas a causa de las circunstancias de la época o a consecuencia del talante guasón o de la mala uva de cualquier redactor, corrector, linotipista etc. Toda la amplia gama de profesionales que hacían antaño un diario. Ahora, con los ordenadores, las cosas son diferentes y las erratas, que también las hay, resultan menos escandalosas.

A mi parecer, en ese apartado de la errata intencionada encajaría la siguiente:
 

Se inauguraban las nuevas instalaciones de la feria ganadera de Zafra. El Ministro de Agricultura que presidió el acto, y en el diario (no quiero citar los nombres de los periódicos) salió una información a cuatro columnas con dos fotografías idénticas y paralelas, abriendo el texto.
 
En la primera foto se veían cinco hermosos merinos precoces y el pie de foto señalaba: "El ministro de Agricultura y sus acompañantes durante la visita al ferial". En la segunda fotografía figuraba el ministro acompañado de un séquito de cuatro personas. Y el pie de foto decía: "Magníficos ejemplares de merinos precoces subastados en la tarde de ayer".

Estoy convencido que lo anterior no fue una errata sino un sabotaje o la acción premeditada de algún cachondo mental.

Caso distinto, creo yo, fue la errata aparecida en un diario navarro y que ha sido calificada alguna vez como "reina de las erratas". En primera página y a cinco columnas, una fotografía recogía el momento de la ordenación de varios sacerdotes que aparecían arrodillados y con el obispo al fondo de la plaza que acogía la misa de campaña. En el titular se leía. "Pese a la falta de vocaciones el señor obispo ordeñó ayer a cincuenta nuevos sacerdotes".
 
Para que ustedes se den cuenta del poderío de una tilde...

Un querido compañero escribió un interesante trabajo sobre el templo de Jerusalén. No recuerdo a cuento de qué venía publicar aquel articulo sobre ese tema. El caso es que se deslizó una errata grotesca. El periodista escribía que la techumbre del famoso templo se hizo con los "famosos cedros del Líbano". Y lo que salió fue que aquel techo estaba compuesto de los "famosos cerdos del Líbano".

El articulista quiso aclarar el tema y al día siguiente escribió: "El avispado lector captaría rápidamente la errata que se deslizó ayer en mi trabajo sobre el templo de Jerusalén. Son los duendecillos de imprenta los que jugaron la mala pasada, ya que donde decía "los cerdos del Líbano" queríamos decir "los cerdos del Líbano".

¿Errata?....¿Sabotaje?... Como ustedes quieran.

Hoy no les canso más. Quizá otro día vuelva con más erratas.

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